La evolución de la vivienda colectiva viene marcando el crecimiento continuo de Rosario mientras que los efectos económicos que se generan a través de la construcción luego se ven derramados en diferentes rubros de la ciudad. Muchas veces la actividad se ve estigmatizada cuando en verdad es el propio estado quien regula la planificación urbana. La modificación del código urbano de la ciudad fue uno de los primeros disparadores para el ordenamiento territorial en altura como así también lo fue para unificar criterios que permitan regular la expansión en la periferia.
Recientemente se realizó una exposición en el Colegio de Arquitectos de Rosario, la misma fue organizada por la Facultad de Arquitectura Planeamiento y Diseño de la UNR, la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), en la misma se expuso no solamente el crecimiento sostenido que viene atravesando la ciudad sino además las posibilidades de desarrollo que aún tiene, tanto en el área central como así también en la periferia Distrito Noroeste.
Los cambios y transformaciones en la composición de la vivienda se vio afectada por la pandemia de COVID19, no obstante ello Rosario tiene un alto potencial de crecimiento en escala y con perfil sustentable. Desde el acceso a los servicios, transporte público, vías de comunicación y diversidad de zonas con cercanía al centro (ciudad de 15 minutos), siendo este un diferencial pensando en el futuro.
Cintia Barenboin es Arquitecta, Magister en Planificación Urbana-Regional y Doctora en Geografía con orientación urbana. Se desempeña como investigadora del CONICET y docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Abierta Interamericana además de la Universidad Nacional de Rosario, fue una de las expositoras del evento quien destacó que “el volúmen de construcción de Rosario del 2003 al 2020 fue muy intenso, fue la ciudad que más se construyó por metro cuadrado por habitante, incluso más que Buenos Aires en relación a la población que tenemos. El distrito centro fue el de mayor crecimiento comprendiendo un 53% de la superficie construída y representando el 36% de los permisos, a la vez hay un stock de viviendas de 357.000 viviendas, de las cuales 23.719 están vacías. Es importante remarcar este dato porque se habla de 80.000 viviendas desocupadas y es algo que no es real ya que incluye todo el departamento. En la ciudad Rosario la última estadística habla de 4 veces menos siendo estos datos del Censo 2010, ya que en 2020 no se realizó por la pandemia.”
Por otra parte, la doctora remarcó los datos provenientes de la Dirección de Obras Particulares de Rosario. Los mismos resaltaron la zona donde más se construyó siendo en el área central donde el 70% de lo que se hizo fue en el primer anillo perimetral. A la vez la superficie en área central es mayor y superó más de una vez y media a la del primer anillo, no fue igual en todos los barrios, en Abasto, en Lourdes o en Pichincha. Asimismo, la investigadora del Conicet afirmó que “en el área central construyó alrededor de 11 millones de m2 mientras que la superficie construible a futuro es de 5.692.000 de m2 mientras que cuenta aún con 5.422 lotes edificables. Todos estos datos son del 2018, mientras que en el primer anillo perimetral se construyó 7.000.000 millones mientras que la superficie construible a futuro es de 13.600.000 de m2 y cuenta aún con 12.000 lotes edificables, es decir mas del doble del área central, a futuro se proyecta un futuro en el primer anillo perimetral ya que cuenta con una mayor cantidad de lotes y además tiene un menor impacto ambiental"
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