El arquitecto Gabriel Redolfi, CEO de la desarrolladora MSR, líder del mercado inmobiliario regional, aconseja qué evaluar para defnir la compra en un proyecto “desde pozo”.
La compra de departamentos en etapas iniciales de obra, operación conocida como “inversión en pozo”, fue y sigue siendo uno de los motores del desarrollo de la ciudad de Rosario como metrópolis regional. Esta modalidad de inversión ha sorteado a lo largo de la convulsionada historia económica argentina diferentes coyunturas, para consolidarse como la opción más segura ante las tormentas que fueron derrumbando inexorablemente otras ofertas fnancieras que no lograron trascender el corto plazo. La inversión en pozo es un círculo virtuoso que pone en movimiento la industria local, construye vivienda, crea empleo, moviliza una amplia red de proveedores y asegura ganancia a los inversores.
Quienes invirtieron en pozo siempre ganaron. No sólo porque protegieron sus ahorros y los convirtieron en un bien tangible, sino porque además aumentaron su capital por el acrecentamiento del valor de su inversión desde la compra “en pozo” hasta la posesión de una propiedad lista para vender o alquilar. Para ser claros se compra un proyecto, se recibe un departamento terminado. En el lapso de obra que media entre el primer estadío y el último, el valor de mercado del producto crece, en dólares. Los números reales avalan esta aseveración: en los últimos años, la inversión inmobiliaria rindió una diferencia holgada por encima de la inflación.
Sin embargo, en un mercado inmobiliario con múltiples jugadores y amplitud de oferta, existen ciertos “tips” para asegurar el éxito a la hora de invertir en “Real Estate”:
1. A quién confarle los ahorros
La construcción de un proyecto inmobiliario demanda tiempo y recursos en el contexto de los vaivenes económicos de nuestro país. Por eso, la empresa que lleva adelante el desarrollo debe ofrecer experiencia, seguridad y trayectoria. El mercado rosarino ofrece varias opciones confables.
2. Facilidades para invertir
Ante la ausencia de fnanciación bancaria, algunas desarrolladoras locales ofrecen diversos planes para facilitar la inversión de
acuerdo a las intenciones y posibilidades del inversor. Desde anticipos a medida y cantidad de cuotas pactables, hasta planes que ofrecen el cobro de una renta mensual (que supera el monto de un alquiler) durante el tiempo que dure la construcción.
3. Potencial del emprendimiento
Las tres máximas del mercado inmobiliario son “ubicación, ubicación, ubicación”. Es de gran importancia analizar la zona en que se encuentra el proyecto para defnir la inversión. Este factor será fundamental en el crecimiento del valor a lo largo del tiempo. Varias locaciones dentro de nuestra ciudad muestran diferentes potenciales, dependiendo del objetivo de la inversión (vivienda propia, reventa o alquiler). Zonas consolidadas, como centro y macrocentro, o cercanas a universidades y centros educativos; zonas en pleno crecimiento, con buena conectividad vial y de transporte público, como los bulevares del segundo cordón macrocéntrico (Francia, Avellaneda, 27 de Febrero); o zonas que ofrecen diferenciales particulares como espacios verdes, tranquilidad y silencio.
4. Calidad del producto
Más allá de las calidades y terminaciones prometidas en las presentaciones de los proyectos, es importante la posibilidad de
chequear en emprendimientos fnalizados la calidad de construcción real de la empresa desarrolladora. También es importante, para evitar sorpresas, conocer el estado en que se entregan las unidades: si los servicios se encuentran habilitados o en condiciones de tramitarse, si el edifcio cuenta con Final de Obra Municipal y si tienen los Planos de Propiedad Horizontal realizados.
5. Servicio post venta
Es importante averiguar si la empresa sigue ofreciendo servicio luego de la entrega de la unidad adquirida. Las desarrolladoras de mayor responsabilidad ofrecen un servicio post venta que garantiza el producto y atiende inquietudes, dudas y reclamos. Estas son las 5 claves que permitirán al inversor dormir tranquilo mientras su capital crece en el círculo virtuoso del desarrollo inmobiliario.