Una solución simple para inquilinos, propietarios e inmobiliarias

Por AddyKacero a Pablo Andrés López, Presidente de Celsus S.A. y Diego Baidón, CEO de Locativa.

Hasta hace algunos años, para acceder al alquiler de un inmueble era requisito ineludible contar con al menos dos avales que pudieran eventualmente respaldar esa operación mediante garantías propietarias. Pero ¿qué sucedía si no se contaba con dichos garantes?

Hoy en día, esa cuestión deja de representar un impedimento para los locatarios, un dolor de cabeza para los propietarios o una pérdida de potenciales clientes para las inmobiliarias gracias a las garantías de alquiler. Esta opción permite obtener el patrocinio de una empresa especializada que responde tanto en el caso de que el inquilino no pudiera cumplir con sus obligaciones contractuales como también si, finalizado el plazo de locación del inmueble, existiera algún deterioro significativo del mismo o fuera necesario restituirlo a su estado inicial.

Los requisitos que se exigen para la obtención de garantías varían de acuerdo a las distintas empresas que las ofrecen; pudiendo tratarse de documentos de identidad, recibos de haberes o bien de algún depósito en garantía que pudiera reintegrarse al finalizar la operación.

“Nosotros, al orientarnos sobre las finanzas del grupo de co-deudores, tratamos de hacer un poco más justa o un poco más equitativa la solicitud de documentación. Lo que hacemos es solicitar 3 DNI que demuestren ingresos. Luego aplicamos una fórmula propia mediante la cual se evalúan los ingresos, los gastos, evaluamos el comportamiento y demás” –explica Diego Baidón, CEO de Locativa.

Es importante destacar que éste tipo de aval puede utilizarse tanto en casos de alquiler de viviendas como de locales comerciales y que también puede ser solicitado, por ejemplo, por jóvenes estudiantes o ciudadanos extranjeros que, por el hecho de provenir de otras localidades, no contaran tampoco con conocidos que pudieran proporcionar sus respectivas demostraciones de solvencia. En estos casos, las distintas empresas pueden requerir una cierta suma de dinero, equivalente al monto de algunos meses de alquiler, en concepto de depósito de garantía.

“Hay dos pilares que son fundamentales: por un lado, el análisis de riesgo que se realiza y, por el otro, la eficacia y rapidez con la cual se da respuesta a los problemas que pudieran surgir. Esto le brinda tranquilidad a la inmobiliaria y también a los inquilinos porque muchas veces no llegan a pagar el alquiler y recurren a la garantía para que se los pague” – comenta Pablo López, Presidente de Celsus- “Luego se les hace un plan de pagos para que puedan recuperarse para el mes siguiente y poder así normalizar su situación”.

El servicio no reviste costo alguno para las inmobiliarias y varía, de acuerdo a la empresa garante, hasta un monto máximo equivalente al de un mes o un mes y medio de alquiler para los solicitantes, según sea el caso.