El mercado de venta y alquiler en los barrios
CI Walter A. Gargarella
Este 2018 que transita su penúltimo mes, quedará para muchos como un año de indecisiones, debido a los cambios en el precio del dólar. Un año en que no pudieron concluirse proyectos, o que nos deja pensando en lo que pudimos haber hecho y no prosperó. Sobre todo pensando que el que deseaba comprar una propiedad, tenía en marzo un dólar a $20 y meses después, con el incremento de la moneda al 100 %, la casa o departamento que tenía en vista, duplicó su valor en pesos.
Recuerdo que en el mes de marzo, cerramos la venta de una casa en un barrio tradicional. Los clientes eran una pareja que había ahorrado $ 200.000 y contaban con un crédito hipotecario que se hizo mpas que esperar (tardó 120 días corridos). Había llegado por fin el momento de escriturar, en el acto con el escribano, el propietario vendedor y el que escribe esta nota . Cuando les hice la entrega de las llaves, esta pareja se puso a llorar desconsoladamente, me abrazaron y agradecieron como si yo le hubiera regalado la casa. Nunca más errado, era yo el que estaba agradecido por compartir con ellos ese día, el sueño de poder comprar la casa propia.
¿Qué sucede hoy con esa posibilidad de “la casa propia”? Empezamos el año con un dólar a 20 pesos, por lo que una casa tipo, de barrio fuera de los bulevares (2 dormitorios/cochera, cocina y living comedor aproximadamente de 85m2 ) rondaba los U$$ 100.000 o sea 2.000.000 de pesos argentinos). Seis meses después, en septiembre, la misma casa mantenía su valor en dólares, pero en pesos se incrementó al doble: $ 4.000.000. La inflación que tenemos es muy alta pero nunca de un 100% en 6 meses.
Es verdad que, por tradición, en las ciudades más grandes los inmuebles se cotizaban en dólares. Pero los créditos hipotecarios eran totalmente en pesos . En este sistema económico donde el crédito hipotecario tiene que ser vital para lograr el sueño de muchos argentinos (algo ilógico tener que pagar una casa de contado y un electrodoméstico en cuotas , donde a mi modesto entender tendría que ser al revés), tenemos que prepararnos para lo que vendrá. Creo que el crédito hipotecario, que tanto se hizo esperar por años y que en el primer cuatrimestre de este año hizo feliz a muchas personas que pudieron concretar el sueño de tener el techo propio, va a resurgir de las cenizas nuevamente y es ahí donde tenemos que saber cómo orientar a nuestros clientes.
La renovación de alquileres.
“¿Renovamos el contrato?”, fue lo que Juan le consultó a su novia. Ella de inmediato le dijo sí. Faltando un mes y medio para terminar su contrato de locación en Echesortu y tras incansables búsquedas de ambos , se dieron cuenta que era más conveniente renovar que ir a vivir a un lugar nuevo con todo lo que eso genera (gastos de mudanzas y tiempo).
El mercado de alquileres es muy activo, ya que los valores no han sufrido variaciones significativas , han acompañado los ajustes salariales y no la inflacion acumulada de lo que va del año.
Las ventajas de alquilar en el barrio
En los barrios, a diferencia de lo que ocurre en el centro, la tipología de familia supera las dos personas, por lo que la búsqueda se centra en casas tradicionales (dos dormitorios, cocina comedor, cochera y patio, 85 a 100m2 aprox). Este tipo de casa, fuera del radio de centro, en barrios tradicionales, ronda los 9.000 a 10.000 pesos mensuales.
En estas zonas, donde los edificios en altura no son una moneda corriente, lo que se ofrece en el mercado de alquiler es un mix (casas al frente , de pasillos y departamentos). Entonces, salvo que haya una distancia muy grande por un nuevo trabajo, la gran mayoría de inquilinos han optado por renovar; puesto que el hecho de vivir en una casa en un barrio además de ofrecer más comodidad que un departamento de un edificio, los valores son distintos. En el centro, el alquiler de un inmueble de dos dormitorios sin cochera de 60 m2 ronda los $ 9000 mensuales. Si a esto le sumamos la cochera y el plus de las expensas ($2000 de cochera más $1800 de expensas), el valor total mensual supera el alquiler de una casa. Es así que para una familia termina siendo más atractivo seguir viviendo en un barrio.
A modo de conclusión, podríamos decir que hasta que no se reactiven los créditos y los precios de las casas comiencen a acomodarse , aquellas personas que optan por las comodidades que ofrece una casa (más metros cuadrados, cochera, patio o terraza) y por un costo mensual más acotado; continuarán renovando los contratos de alquiler y eligiendo vivir en un barrio, teniendo muchas expectativas en la economia para el año proximo y pensando como acceder a un credito hipotecario que los haga concretar el sueño de la casa propia.
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