En Argentina, históricamente hemos vivido un sin fin de ciclos económicos y lo que nos ha permitido crecer en semejante incertidumbre, siempre ha sido nuestra capacidad de entrar y salir en el momento justo.
Pensemos en el mercado actual “Post Pandemia”, en el que los precios de los inmuebles se encuentran entre un 20 y un 30 % abajo dependiendo la tipología de lo que se encontraban “Pre Pandemia”. ¿Alguien puede pensar que no es negocio posicionarse en ladrillos hoy? Es cierto que no podemos afirmar que ya nos encontramos en un Piso absoluto, pero sabemos que en función del valor de la tierra (único activo incapaz de reproducirse) y el costo de la construcción creciendo sosteniblemente, precios más bajos atentan contra la viabilidad de los proyectos. Hoy más que nunca, quien compra en pozo o en construcción, debe acudir a Desarrolladores sólidos, con capacidad y solvencia. Vemos precios en el mercado por debajo del costo de reposición de la mercadería, todos sabemos a dónde conducen esos proyectos y cómo afecta a la credibilidad de todo el sistema.
Es nuestro trabajo diario, llegar a aquellos inversores no sofisticados también, con propuestas que le permitan tomar mejores y más productivas decisiones. Los inversores más sofisticados tienen en claro y entienden perfectamente la lógica de los ciclos de este mercado.
Rosario cuenta con empresarios que no bajan los brazos, que siguen poniendo creatividad, inversión y sobre todo mucha gestión para no desaparecer ante la burocracia mal entendida.
Barrios como Puerto Norte están en plena consolidación, pero le falta unos 10 años para tener vida comercial y habitacional sustentable. No es un barrio para ricos, con adecuadas articulaciones público privadas es una de las zonas más interesantes por su conectividad con varios barrios.
Arroyito tiene una potencialidad muy grande por los mismos motivos, como lo fue Pichincha y que hoy es una realidad contundente.
La ciudad de los 15 minutos es posible, pero para ello se requiere repensar urbanísticamente y de manera integral a todos los barrios.
Necesitamos una mesa de trabajo conjunta los desarrolladores, el Municipio, las empresas de servicios con sus realidades. Solo en una mesa conjunta encontraremos las soluciones que necesitamos.
Por su parte El Estado debe poner toda su energía en resolver la problemática de viviendas para los sectores más vulnerables y dar herramientas a los privados para que puedan desarrollar sus productos para las clases medias trabajadoras. Conocemos mejor que nadie sus necesidades y por eso es que nos animamos a proponer alternativas viables de largo plazo.
¿Cómo está afectando la Post Pandemia al momento de imaginar nuevos productos Inmobiliarios?
Para responder a este interrogante, primero debemos entender sobre cualquier otra cosa, quién es el cliente objetivo. Es el consumidor final, quien priorizará al momento de comprar una nueva y diferente calidad de vida?, es el inversor, cuyo objetivo es maximizar su renta y por ello va hacia productos estándares de baja calidad y con pocos amenities, total al momento de alquilar quien pueda acceder a ellos, pagará un precio casi estándar de mercado?, es el famoso Inverconsumidor (palabra genial inventada por Gustavo Ortola) quien invierte hoy para luego vivir o utilizar su inversión para sí mismo y que buscará hacer un buen negocio inmobiliario hoy, pero priorizará productos de alto valor agregado y de servicios, porque el día de mañana será él mismo, o su familia quien lo disfrute?. Todos los desarrolladores nos encontramos ante esta pregunta en el momento cero en el que comenzamos a estudiar un nuevo proyecto. A quién le vendemos?.
Creo que Rosario y Argentina toda, pueden generar una nueva posibilidad en el mercado del Real Estate, solo que vamos a tener que estar mucho más atentos a nuestro entorno y su demanda!
Ari Milsztejn – G70 – Grupo AM
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