El Colegio de Escribanos de la Segunda Circunscripción informó la cantidad de escrituras de venta de inmuebles registrados en Rosario y la región. En el marco del convenio de mutua colaboración de datos estadísticos entre COCIR y el Colegio de Escribanos, se podrán conocer de forma periódica datos de valor del mercado inmobiliario local.
El primer dato para destacar es que en términos comparativos entre el primer semestre del 2020 y el primer semestre de 2021 la cantidad de escrituras realizadas aumentaron un 52,13%. Si bien el primer semestre del año pasado estuvo condicionado por la cuarentena estricta, se alcanzó una totalidad de 3.414 de actos notariales de compraventa registrables. El mes que reflejó el menor registro fue el de Mayo del 2020 con 99 escrituras traslativas de dominio de compraventa, mientras que durante el mismo mes de este año se alcanzaron las 816 escrituras.
Durante el primer semestre del presente 2021 en Rosario y la región se hicieron una totalidad 6.548 escrituras, registrando así un marcado aumento en comparación con el mismo periodo del año anterior. El mes con mayor cantidad de transacciones durante el primer semestre fue el de Marzo de este año con una cifra de 1471 escrituras de venta de inmuebles. Si bien el repunte medido en cantidades de escrituras realizadas casi alcanzaría a las cifras pre pandemia del 2019, aún es prematuro hablar de una reactivación ya que ese año estuvo marcado por sendas devaluaciones.
Para cuantificar el acceso al crédito hipotecario al momento de comprar una vivienda mientras que en el boom de los Uva en 2018 se hicieron 3.320 escrituras con hipoteca, en lo que va del presente año sólo se confeccionaron un total de 333, muchas de ellas potenciados por los créditos Procrear. Por otra parte, y para contextualizar la tendencia en el crecimiento medido por cantidades durante el mes de Julio del 2021 se contabilizaron una totalidad de 1.365 actos registrables de compraventa con escritura traslativa de dominio, cifra que supera a cualquier mes del año 2019, según informó el Colegio de Escribanos de la Segunda Circunscripción. De este modo las estadísticas reflejan un leve repunte aunque es importante destacar que aumentó la oferta.
En Rosario en los portales web de viviendas que se publican a la venta; Inmuebles La Capital y Propia reflejan un promedio de 33.354 inmuebles y comparando con la cantidad de ventas escrituradas que se realizan sólo se termina vendiendo el 3,24% mensual del stock que se ofrece. No obstante ello, y para tener una referencia del fenómeno de aumento constante de viviendas en venta mientras que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se ofrecen 200.000 inmuebles en venta, el último mes de Agosto se vendieron 2.400 propiedades, es decir el 1,2% del stock mensual publicado.
El presente dato también coincide con los últimos informes realizados por el Instituto de Investigaciones Estadísticas de la Universidad Nacional de Rosario junto al Departamento de Estadísticas de COCIR quienes vienen reflejando el constante crecimiento en la oferta de inmuebles en venta y una caída sostenida en la oferta de alquileres.
Al ser consultado el presidente de COCIR, Andrés Gariboldi afirmó que “el mercado de inmuebles que se compraban para volcarlos al alquiler se encuentra altamente atomizado, la mayoría son propietarios de uno o dos departamentos. La cultura del ahorro en ladrillo es de una generación que en la actualidad está dentro de los 60 a 80 años. Mucha gente decidió salir del mercado locativo e ir al de venta porque la aparición de la pandemia (con los consiguientes decretos de congelamiento) les permitió advertir que el alquiler del o los departamentos que habían adquirido durante su vida útil ahora no los ayuda para vivir, se alquilan a 16 o 17 mil pesos, entonces 34 mil pesos de ingresos mensuales menos impuestos, gastos de administración y de mantenimiento, más expensas extraordinarias, les dejan 28 o 29 mil pesos. Esta cifra, sumada a la jubilación, no les alcanza para vivir”
Como consecuencia, prefieren desprenderse del inmueble que tenían arrendado, comprar dólares, radicar un plazo fijo e ir consumiendo esa inversión mes a mes. Los nuevos dueños son “consumidores finales”, es decir que se instalan en las propiedades para habitarlas, no buscan refugiar dinero en ellas y luego alquilarlas, lo cual acaba siendo un problema para quienes precisan acceder a una vivienda como inquilinos. Siendo este un nuevo problema que se suma a las posibilidades de acceso a la vivienda a través del alquiler para toda la sociedad.”
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