A partir de la pandemia se empezó a notar una mayor valoración de los espacios abiertos, balcones, terrazas y patios en el mercado urbano y una reafirmación de la búsqueda de una vida más tranquila y con el verde como protagonista. Las localidades a 20km a la redonda de las grandes urbes son las vedettes y en nuestra zona Funes se lleva el primer puesto.
Esto no hizo más que reafirmar una tendencia. Veníamos de un mercado Rosarino todavía inflado por los créditos del 2017 con costos de construcción muy bajos en dólares y mucha disponibilidad de terreno, lo cual seducía mucho a irse de la ciudad, pero esa ecuación ya cambió. Aun así, las nuevas obras de infraestructura en la ciudad de Funes y la inseguridad de las grandes ciudades nos siguen empujando a vivir en ciudades de menor densidad poblacional.
En el mercado Funense actualmente no se encuentran terrenos por menos de 30.000 dólares si es que quedan (20.000 en Roldan) y podemos hablar de un promedio en el orden de los 50.000. Actualmente estamos prácticamente agotados en lo que a terrenos respecta, tenemos lista de compradores en espera en varias zonas de la ciudad.
Si bien comprar un terreno y construir es una decisión bastante personal, construir permite hacer un proyecto a medida. Siempre hay que contemplar el tiempo, la logística y todo lo que implica llevar adelante una obra. Actualmente existe una gran oferta de casas, muchas de muy buena calidad constructiva y que aún no han copiado esta suba de los terrenos ni del costo de la construcción. Hoy es posible hacer un muy buen negocio comprando una propiedad de segunda mano o a estrenar en Funes.
Además hay una crisis en la oferta de locaciones. Y acá también Funes evidencia una tasa de retorno (solo hablando en alquiler permanente) del doble que una unidad de igual valor de venta en Rosario. Si la idea es invertir para tener una renta hacerlo en Funes, no hay margen de error.
Evolución del valor de los terrenos. Esperar o vender.
No podemos asegurar a ciencia cierta, pero si podemos dar un ejemplo: Actualmente estamos operando en España, más precisamente en la Horda Nord, una zona muy similar a Funes al norte de Valencia. Aquí la suma del valor de un terreno y del costo de la construcción da como resultado el valor de una casa usada, y los terrenos ya no se venden, solo en casos puntuales para proyectos muy personales. Entiendo que puede que suceda algo similar y que tarde o temprano los terrenos tengan que adecuarse al nuevo mercado. Pero antes estoy seguro de que va a haber una rápida absorción de las casas a estrenar o con poco uso.
Hay una premisa que es clara, cuando todos compran hay que vender y cuando todos venden hay que comprar. El mercado Rosarino está registrando bajas históricas. Normalmente un terreno en Funes equivalía desde ⅓ hasta ⅕ de un dos dormitorios promedio en Rosario, hoy podrías comprarlo con el producido de la venta de un terreno. No sabemos cuánto se va a mantener esta posibilidad, si surge un crédito para compra como el que hubo hace unos años claramente se revertiría. De momento la cantidad de cierres de ventas de terrenos ha bajado un poco por falta de disponibilidad y otro tanto por las alzas de sus valores haciendo en algunos casos que deje de ser conveniente, pero generalmente se venden de contado, esto en un mercado de poca liquidez es una carta muy importante para hacer buenos negocios.
Diego Barriera, de la inmobiliaria Futura