La construcción de nuevas viviendas es siempre un signo positivo para la ciudad, disminuye el déficit habitacional, se incorporan nuevos departamentos al mercado locativo y se aumenta la oferta con más posibilidades de elección. Según los ciclos económicos se puede acceder a la vivienda ya sea a través de créditos oficiales para la construcción (Procrear), créditos hipotecarios como así también cuando esta herramienta no está disponible por parte de los bancos, la sociedad tiene que tener la posibilidad de obtener una vivienda nueva a través del mercado locativo.
Por ello es muy necesario no solamente tener leyes a nivel nacional que fomenten la construcción de nuevos hogares sino además generar instrumentos que permitan el acceso a la compra de una casa a través del crédito. Cuando las condiciones macroeconómicas no están dadas para el acceso a la vivienda a través de la compra, es importante que existan estímulos para incorporar una mayor cantidad de oferta de inmuebles en alquiler que permitan compensar la demanda y estabilizar los precios.
Por otra parte, el rol del estado municipal es vital para regular y delimitar los usos de las tierras para el desarrollo constructivo, ya sea en el centro de Rosario como así también en los barrios. Acompañar el crecimiento de la ciudad es fundamental para evitar el éxodo de rosarinos que ven en localidades de la periferia una alternativa diferente y es allí donde invierten en la construcción de casas/condominios en ciudades vecinas dejando de tributar en Rosario.
Entre los meses de enero y noviembre del 2021 se otorgaron 1.355 autorizaciones para construir en Rosario, lo que es un equivalente al 55,6 por ciento más respecto al mismo periodo del año anterior. Contemplando los metros cuadrados autorizados el comparativo refleja un 84,7 por ciento más respecto al mismo periodo (enero-noviembre) del 2020.
Según el informe del municipio, entre 2019 y 2021, la construcción ha presentado valores muy por debajo de su media histórica. Sin embargo, este período se vio afectado por la Pandemia. En la primera parte, tanto los permisos como las superficies autorizadas venían con una tendencia hacia la baja. Dada la cuarentena obligatoria no hubo permisos de construcción durante abril de 2020 y luego, comenzó a incrementarse.
Las tendencias de crecimiento se fueron modificando tras el impacto del COVID19, según los datos brindados por la Secretaría de Planeamiento, la zona noroeste es la que más permisos de edificación tuvo después del centro.
Además de la importancia que tiene el impacto de la construcción en la generación de nuevas viviendas para disminuir el déficit habitacional y la incidencia directa en la economía de nuestra ciudad también hay que destacar la generación de empleo. Durante el tercer trimestre de 2021 Santa Fe registró su tasa de desempleo más baja en los últimos cuatro años con un 7,8%. Entre junio y octubre el trabajo registrado en el sector privado creció ininterrumpidamente hasta romper la barrera de los 496 mil puestos, cifra que superó cómodamente los registros de la provincia de Córdoba.
Otro dato que refuerza la recuperación en el mercado laboral en la región tiene que ver con que el Gran Rosario expandió sus planteles en empresas de todo tipo. Según un informe del Observatorio Económico Social de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) durante el tercer trimestre de 2021 en el Aglomerado Gran Rosario, la tasa de desocupación tuvo una disminución del 3,3% interanual y se ubicó en 7,8%, la más baja desde el cuarto trimestre de 2017, levemente por debajo del total de los aglomerados (8,2%).
La rama de actividad con mayor dinamismo fue la construcción; en Rosario mostró un incremento mayor al 20% interanual. La principal razón de altas de personal fue por cuestiones de demanda en el Aglomerado Gran Rosario, sin embargo en el Aglomerado Gran Santa Fe fue para cubrir vacantes. Detrás de Construcción, aparece un crecimiento del 6,6% en Industria y completa el podio transporte y comunicaciones con un 1,75%.La evolución en los tres rubros superó los datos de Córdoba, Santa Fe, Paraná e incluso al promedio del total de aglomerados.
Para graficar concretamente el impacto económico y de generación de empleo de la construcción de viviendas, el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), llevó adelante un estudio junto a COCIR para medir los efectos que genera la construcción en Rosario. Según el mismo (ver aparte infografía) por cada 10.000 m2 de viviendas nuevas en edificios implicaría una inversión en construcción de vivienda privada por $2.272 millones de pesos, generando así 1.814 puestos de trabajo, correspondiendo 999 al sector de la construcción, 549 generados de manera indirecta en el sector de proveedores y 266 por el consumo inducido.
Para el presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir) Andrés Gariboldi “el nivel de construcción, junto a los nuevos permisos y las cantidades de escrituras han reflejado un amplio crecimiento en todo 2021 con respecto al 2020.
Es necesario continuar generando incentivos que permitan crear mayor cantidad de viviendas para la ciudad, mientras que si por el contexto económico actual no están dadas las condiciones para que la gente pueda acceder a las mismas a través del crédito hipotecario ajustado por salario es necesario generar políticas que fomenten la incorporación de más departamentos en alquiler. En estos momentos estamos trabajando en un proyecto que permita aumentar la cantidad de inmuebles nuevos ofrecidos en alquiler y como estímulo incorporar una desgravación impositiva para aquellos que mantengan el inmueble en locación por al menos nueve años.”
Por otra parte agregó que: “los costos de construcción han disminuido en dólares, por lo tanto el poseedor de billetes está en condiciones de comprar más metros cuadrados con el mismo monto que en el 2018 y 2019, siendo este un buen momento para transformar dólares por metros cuadrados”.