Este barrio ubicado en el centro geográfico de la ciudad se reinventó en la pandemia y resiste con su impronta comercial y sus condiciones de cercanía
Echesortu representa otro válido ejemplo de los barrios que cambian de denominación por el uso de los vecinos. Si bien en los registros catastrales aparece como barrio Remedios de Escalada de San Martín, las costumbres de los rosarinos se encargaron de instalar otro nombre de referencia, debido al significado y al peso histórico que legaron los loteos de Ciro Echesortu. Un proceso de apropiación que atravesó los tiempos y en la actualidad expresa sus mejores virtudes urbanas alrededor del paseo comercial de calle Mendoza, su tramo más emblemático.
En plena pandemia por el coronavirus, este barrio aprendió a resistir la crisis con la pujanza de su impronta comercial y las ventajas que otorgan sus condiciones de cercanía. Su ubicación en el centro geográfico de la ciudad (recostado en el límite oeste del Distrito Centro), las restricciones sanitarias y la gran cantidad de inconvenientes que exhibe el funcionamiento del sistema de transporte público, llevaron a los habitantes de la zona a redescubrir sus principales atractivos. Atraviesa un volver a enamorarse.
Ese paseo comercial a cielo abierto alcanza su pulso urbano más intenso en calle Mendoza y Avellaneda, pero ese efecto (que nunca pierde el tinte barrial) desparrama características propias desde Pellegrini a Córdoba, y desde Paraná hasta Francia. A pesar de las dificultades económicas que impuso la pandemia, más de 500 locales de distintos rubros han logrado mantenerse en pie por los beneficios de los comercios de proximidad.
Por su escala y sus proporciones, todavía los dueños de los negocios conocen las caras y los gustos de la mayoría de sus clientes. Y los vecinos suelen aprovechar las luces de algunas de sus calles anchas para ir a tomar un helado, un café o una cerveza, en familia o con amigos. Tiene todo cerca, y permite resolver las necesidades cotidianas, sin caminar mucho. Esos rasgos particulares la transformaron en una zona muy buscada dentro del mercado inmobiliario rosarino.
El sector este del barrio adquiere a diario un perfil céntrico (donde predomina el comercio minorista) y su fisonomía urbana se encuentra en crecimiento, con algunos edificios en altura que saben convivir sin estridencias con algunas casas antiguas. En tanto, al oeste de bulevar Avellaneda, esos impulsos van descendiendo y le ceden el predominio de la zona a viviendas de familia, generalmente bajas.
Señas particulares
Este es uno de los barrios más tradicionales de la ciudad. Lleva su nombre, con una apropiación informal, aludiendo a Ciro Echesortu, uno de los antiguos propietarios de esas tierras que posteriormente se lotearon para realizar viviendas.
Alrededor de 1880, Echesortu, Domingo Arrillaga, Santiago Buratovich y Casiano Casas, dueños de los terrenos en esa zona que en aquel momento tenía carácter rural, subdividieron lotes y así surgieron 4 barrios: “Arrillaga”, que tenía su epicentro urbano en bulevar Avellaneda entre Córdoba y San Juan; “La Victoria”, denominada así en homenaje a la esposa del Mayor Buratovich y tenía su centro en la plaza hoy conocida como Buratovich; “La República de Lima” hacia el oeste; y “Echesortu”, con el eje en bulevar Avellaneda y Mendoza. Con el correr del tiempo, de este último sector derivó el nombre genérico que tomó todo el barrio.
El desarrollo del ferrocarril, la necesidad de llegar hasta el puerto, la instalación de varias líneas de tranvía, y el coraje de los inmigrantes potenciaron y le dieron sustento al crecimiento del barrio. En las primeras décadas del siglo XX, como trasladarse al centro de la ciudad no era sencillo, en el barrio surgió de manera espontánea un importante centro comercial de gran relevancia urbana, que se mantiene hasta estos días.
Ese paseo por calle Mendoza sigue siendo una marca registrada del barrio. En la esquina con Avellaneda, se encontraba hasta julio de 2010 el Café y Bar “La Capilla”, uno de los sitios de referencia y encuentro para esa populosa barriada. Otro punto inolvidable, también por Mendoza, en 1984 abrió Space, donde era el cine Echesortu. Esa disco marcó la noche rosarina. En su escenario estuvieron Charly García, Virus, Sumo, Soda Stereo y Punto G. Cerró en 1999 y en ese lugar fue ubicado un supermercado.
Los actuales bordes que limitan el barrio son: al oeste las vías del Ferrocarril Belgrano, al este calle Vera Mujica, al norte calle Córdoba, y al sur avenida Pellegrini. Por bulevar Avellaneda (altura 9 de Julio) en 1897 se ubica el Hospital Intendente Gabriel Carrasco, uno de los centros de salud más importantes de la ciudad.
También ofrece varias entidades educativas. La Escuela Provincial N° 67 “Juan E. Pestalozzi”, fundada en 1921; y la Escuela Provincial N° 98 “Estanislao Zeballos”, fundada en 1893, son algunas de las más antiguas y reconocidas.
La Estación Rosario Oeste se recuesta en el oeste del barrio, y sus alrededores todavía exhiben algunas huellas e instalaciones de ese pasado que dejó de ser, sin dar demasiadas explicaciones. Y otra de las principales características de la zona es que cuenta con una gran cantidad de líneas de colectivos que la conectan con toda la ciudad.
En el borde nordeste de Echesortu se sitúa el Club Atlético del Rosario (Plaza Jewell), una institución señera donde comenzó la práctica del deporte en el país. El crecimiento de la población propició el nacimiento de muchos clubes, caracterizando a Echesortu como uno de los barrios que cuentan con mayor número de este tipo de instituciones hasta la actualidad.
Y la Biblioteca Municipal Estrada (remodelada en 1996) muestra otras de las preferencias de los vecinos que acompañaron el crecimiento de barrio.
La plaza Buratovich en el este y la Plaza Echesortu en el oeste del barrio, ofrecen espacios verdes de recreación. Y las parroquias San Francisco Solano (fundada en 1890 por los monjes franciscanos del Convento San Carlos de San Lorenzo), y San Miguel Arcángel exponen algunas de sus costumbres religiosas.
Echesortu es un barrio con mucha presencia y vida en la red social Facebook, donde comparten imágenes y recuerdos. Una de las páginas (Barrio Echesortu: Fotos Históricas, Documentos y Personajes.) tiene casi 10 mil seguidores y más de 700 álbumes de fotos, videos y testimonios. Una ordenanza del Concejo de 2015 nombró a esta cuenta de Interés Municipal a través del decreto 43845/2015, ya que se ha convertido en un popular sitio de difusión de la historia, cultura e identidad del barrio, y permite mantener vínculos afectivos con sus orígenes y sus vecinos.
Para sus habitantes, Echesortu es cuestión de orgullo. Son los lazos de contextura barrial que siguen forjando a diario recuerdos y ambiciones. En plena pandemia, sus características urbanas, su potencial, y sus condiciones de cercanía les otorgan un empuje y una autonomía que les permite afrontar estos tiempos de dificultades con su mejor herramienta: la extraordinaria fuerza de lo construido en conjunto.
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