No podemos establecer porcentajes ni generalizar nuevas pautas de valuación; cada inmueble, cada circunstancia de las partes y cada caso son especiales y únicos.
José Ellena – Presidente de CADEIROS
Quienes tenemos varios años en la actividad inmobiliaria, hemos convivido con situaciones de incertidumbre o variabilidad como las que nos toca vivir en estos momentos. Tales circunstancias nos han permitido adaptarnos al contexto en base a interpretar los escenarios en forma dinámica y así poder generar nuevas pautas de Mercado.
El hecho de que en nuestro país la moneda que prevalece en el mercado inmobiliario es el dólar, es tan ilógico como corriente. Suena paradójico que algo que es netamente Regional y que no es posible “exportar”, esté dolarizado.
Es entendible que en una economía endeble, imprevisible y con una moneda en franco deterioro, se quiera establecer el precio de bienes de alto valor patrimonial en una moneda que es totalmente familiar y que nos rige en casi todos los parámetros económicos de la cotidianidad.
Con esto se puede deducir que la Dolarización de los precios de los inmuebles no es un capricho de quienes los valuamos o comercializamos; sino un signo de debilidad e inestabilidad de nuestra economía y su sistema monetario.
INTERPRETAR EL MERCADO
Pero quienes intervenimos en el mercado inmobiliario, y de alguna manera determinamos tendencias, tenemos la obligación de saber interpretar y trasmitir el verdadero acontecer del mercado; y éste no estuvo ni debería estar signado por la variación de la moneda estadounidense, que tiene su propia oscilación generada a partir de infinidad de variables, internas y externas, políticas, económicas, psicológicas y financieras. Pero que quede claro: casi ninguna tiene relación directa con nuestro punto variable que es el Mercado.
En primer lugar, los bienes que componen nuestro mercado están mayoritariamente constituidos por materiales, bienes y mano de obra que se cotiza, contrata y paga en PESOS; por lo cual uno de los métodos de valuación de bienes inmuebles, que es el de Reposición, es perfectamente ajustable a la valuación del bien inmueble en Pesos.
Pero más allá de esto y de la apreciación que se puede y debe hacer; hay una mandato superior y casi excluyente que marca el síntoma y el pulso del mercado que es el propio MERCADO; y éste no es más que la interpretación que debemos hacer de las posibilidades ciertas de comercializar un bien en un momento y un contexto determinado.-
Si solamente nos limitamos a ajustar valores de costo de construcción por su índice de actualización; seguramente estaríamos valuando por debajo de las posibilidades de mercado de ese inmueble; el saber cuánto más está dispuesto a pagar el mercado es el verdadero desafío y la capacidad que debemos interpretar quienes intervenimos en el Mercado Inmobiliario; y no circunscribirnos a imitar la variación del Dólar y su impacto en nuestro mercado de bienes inmuebles.
FIJAR PRECIOS PARA UN MERCADO POSIBLE
El saber cuánto más está dispuesto a pagar el mercado es el verdadero desafío y la capacidad que debemos interpretar quienes intervenimos en el Mercado Inmobiliario.
En un simple ejercicio, que podemos verificar; ubicamos al dólar el 15 de Enero de este año en $19; exactamente hoy a 8 meses lo tenemos a $28; es decir que el peso se depreció respecto del Dólar Americano en un 47,5%. ¿Qué tiene que ver eso con nuestro mercado inmobiliario?? Un mercado que se encuentra poco activo; producto de la incertidumbre, inestabilidad y fundamentalmente de haberse retirado del mercado una importante porción de posibles compradores, que representaban los tomadores de créditos hipotecarios.
Por eso insisto, no debemos desde ningún punto de vista COPIAR los vaivenes del dólar; tenemos la necesidad de fijar precios y pautas de comercialización para un mercado posible; esto significará seguramente una fuerte alza de los precios en Pesos e inevitablemente una baja de estos en Dólares; lo que de ninguna manera representará una debilidad o una pérdida de valor del mercado inmobiliario; sino que es la adaptación del mismo a la variación de la moneda estadounidense.
No podemos establecer porcentajes ni generalizar nuevas pautas de valuación; cada inmueble, cada circunstancia de las partes y cada caso son especiales y únicos. Es nuestro deber interpretar el mercado y el momento; dos componentes esenciales y determinantes al momento de fijar un precio posible.-
Esta es la situación y el desafío de hoy; sostenemos y reafirmamos que el Mercado Inmobiliario es el mercado más sano, seguro y transparente que tenemos a mano para invertir en nuestro querido país.
Esta cuestión numerológica no debe tomarse como un retroceso en relación a la Capitalización ni a la rentabilidad ; sino que solamente es una adecuación al momento y su entorno en nuestra económica diaria; es por eso que seguimos apostando a un Mercado Productivo, Seguro, Tangible y fundamentalmente que genera Bienestar y Trabajo para todos los argentinos-
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