Todos los corredores inmobiliarios debemos estar preparados y capacitados para llevar adelante cualquier negociación que conduzca a realizar un negocio entre dos partes, que tienen una visión distinta de cómo sufren los efectos de la actualidad económica.
Hay factores que son muy importantes a la hora de asesorar a propietarios e inquilinos. En primer lugar, la ley de oferta y de demanda. En estos tiempos, cuando se desocupa una oficina o se llega a la finalización de un contrato de locación, debemos tener una correcta apreciación si hay o no una sostenida demanda o, por el contrario, sobra oferta. La correcta apreciación en este caso será fundamental para poder llevar adelante el negocio que pretendemos llevar a cabo, sin perjudicar a ninguna de las dos partes. En segundo lugar, analizar también el momento actual en que la economía real, afecta nuestras decisiones (y bolsillos). Vivimos un momento donde existe una alta tasa de inflación, junto con un estancamiento de la economía. Esto hace que negociar un nuevo precio de alquiler sea una ardua tarea ya que se juntan la dificultad para pagar un nuevo valor ctualizado, con una tasa de inflación que en un año ha superado un 50 %
También se observa que en los últimos años se han incrementado los edificios destinados a oficinas, para una demanda que ha aumentado, por haber aumentado los factores que hacen atractiva la construcción de este tipo de inmuebles, sin descuidar lugares como el centro de la ciudad que siguen siendo atractivos a la hora de pensar dónde se puede elegir el lugar para que sea asiento de la profesión u negocio propio. Tomemos como ejemplo la construcción de oficinas cercanas al nuevo centro de justicia penal, el crecimiento de Puerto Norte, etc. Estos hechos también deben ponernos en alerta para mejorar los servicios de las oficinas en los lugares más tradicionales, como ser el centro de la ciudad, donde también muchas empresas nstructoras han elegido erigir sus proyectos comerciales. Es fundamental que las oficinas que hoy se construyen, brinden servicios acordes a lo que una empresa necesita en el siglo XXI. También se deberá pensar en cómo aggiornar las oficinas existentes para que la demanda no disminuya en éstas y no tengamos edificios con oficinas vacías.
En síntesis, la tarea de todos los actores del mercado, constructoras, propietarios, inquilinos y corredores inmobiliarios, es mejorar este mercado para que la demanda no disminuya pese al estancamiento de la economía, ya que a pesar de los vaivenes económicos propios que tenemos en nuestro país, en el mundo se dan cambios tecnológicos, sociales y culturales que nos van a obligar a actualizarnos, si queremos tener una ciudad con un mercado comercial competitivo y con una demanda sostenida en el tiempo. No pensemos en la tormenta que se cierne sobre nuestras cabezas sino en que más tarde o temprano llegará el buen tiempo y en ese momento deberemos estar cien por ciento preparados para aprovechar la ocasión.
C.I. Carlos F. Rubio, miembro Comisión Directiva CEIR
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