El 2019 será un año electoral y por tanto de incertidumbre para los mercados. La compra-venta de inmuebles se frenó debido a la devaluación y a la falta de créditos hipotecarios con bajas tasas de interés.
El primer trimestre del 2018 fue muy positivo para la actividad inmobiliaria. Los créditos lanzados por el gobierno nacional y el dólar controlado aumentó el interés de aquellos que deseaban comprar su primera vivienda. Se reactivó un nicho de mercado reservado sólo para inversores.
La clase media comenzó a cerrar operaciones para mudarse a su casa propia. Las inmobiliarias especializadas en productos de inversión, comenzaron a integrar en su cartera propiedades terminadas y “aptas crédito”.
Con las sucesivas corridas cambiarias y la posterior devaluación los créditos dejaron de ser accesibles para la clase media y se abrió un escenario difícil: pocas ventas + salida del mercado por parte del inversor.
Debido a este escenario, los desarrolladores comenzaron a ofrecer departamentos y casas con importantes facilidades de pago, emulando los créditos del gobierno nacional. Otras, de gran trayectoria, comenzaron a construir ciudades abiertas en Granadero Baigorria con un precio por metro cuadrado competitivo; lo que hizo posible el acceso a viviendas de calidad y cercanas a la ciudad.
Creemos que la reactivación de créditos hipotecarios ventajosos para la clase media, será fundamental para asegurar el acceso a la vivienda de las personas que hoy alquilan una propiedad y tienen ahorros
“Queremos ser optimistas pero deben darse varias variables para tener un buen 2019. Vemos preocupante la intervención en el mercado de alquileres. Esto va a traer como cola una baja sustancial en la inversión en inmuebles residenciales, con gran impacto en la industria de la Construcción”, señala Andrés Gariboldi, Presidente de Dunod.
“Creemos que la reactivación de créditos hipotecarios ventajosos para la clase media, será fundamental para asegurar el acceso a la vivienda de las personas que hoy alquilan una propiedad y tienen ahorros”, agrega Gariboldi.
Por otro lado, el inversor se encuentra hoy con gran variedad de productos en Rosario. Algunos de ellos son desarrollos de gran envergadura, con altos estandares de calidad y servicios. Además de acceder a productos exclusivos, resguarda sus dólares en un ladrillos, los que siguen siendo una garantía de refugio.
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