Definiciones, roles y responsabilidades de los empresarios del desarrollo
Marcelo Satulovsky es arquitecto, posee un Master en Dirección de Empresas Inmobiliarias y Construcción y es además consultor, docente e investigador en Desarrollo Urbano y Real Estate. Conferencista y gran referente para quienes desarrollan algún tipo de actividad relacionada al mundo inmobiliario, del desarrollo y de la construcción, resulta también una persona muy cálida y accesible.
Al preguntarle sobre la definición de Real Estate, Marcelo observa: “En Estados Unidos utilizan el término para definir a los corredores inmobiliarios. Acá está más asociado al tema de los desarrolladores. Nunca encontré una definición precisa por ningún lado. Fuimos construyendo la nuestra. A partir de eso, entiendo el Real Estate o la actividad inmobiliaria -en su sentido más amplio- como la cadena de valor completa, responsable de articular todo lo que hace a la producción y a la gestión de los escenarios de la vida de la gente. Nada menos que la provisión y la gestión del hábitat”.
Explica que, hoy por hoy, infinidad de tendencias de todo tipo -culturales, tecnológicas, políticas, ambientales, económicas- nos vienen cambiando las formas de habitar nuestros propios lugares y, por tanto, deberían cambiar las formas de producir y gestionar esos lugares y, en definitiva, las formas de pensar y hacer negocios: “Me gusta pensar que, desde el sector, somos los urbanistas de lo cotidiano por lo cual la responsabilidad social primaria que nos cabe como cadena completa, ya sea directamente porque estás en la fase de la construcción, o indirectamente porque estás armando el negocio, poniendo las partes alrededor de la mesa y demás, todos los días, los que estamos trabajando dentro del sector, desde cualquiera de los roles de la cadena, estamos armando la ciudad y desde ahí surge toda una responsabilidad social muy potente”.
Esta misma idea de estar produciendo y gestionando hábitat nos lleva a la imagen de lo que los griegos llamaban el ‘oikos’: la casa grande, la casa de todos. Es la raíz lingüística de lo ‘eco’ y lo eco nos deriva directamente a la administración de la casa grande, la economía, como a la comprensión profunda para la gestión, la ecología urbana. Y de pronto, en nuestro hacer cotidiano, se nos cruza tanto una dimensión económica como una dimensión de manejo del hábitat en torno de los procesos del desarrollo, de la calidad de vida, de la inclusión, de la sustentabilidad. Todo esto está absolutamente metido en la esencia de lo que nos toca hacer día a día.
“Para redondear, lo que siempre digo es que somos operadores del hábitat, por acción o por omisión, por voluntad o por defecto, estamos haciendo la ciudad todos los días y lo que estamos haciendo hoy condiciona la calidad de vida, el tipo de ciudad, de genera ciones para adelante. Qué se haga y qué no se haga le va a estar cambiando la vida a cantidad de vecinos por décadas y ese rol lo tenemos que asumir con miradas a los procesos sociales, políticos, culturales, tecnológicos y económicos que hacen a la producción del hábitat, que hacen al desarrollo inmobiliario, que hacen a la gestión inmobiliaria en términos amplios. Somos operadores del hábitat. No somos desarrolladores inmobiliarios, somos empresarios del desarrollo, que es mucho más grande, desde donde nos paramos para mirar un poco la realidad”.
Por Addy Kacero