La Inversión inmobiliaria en Rosario y la región
Por MAURO A. CARLACHIANI - Abogado y Corredor Inmobiliario. Titular de CC CARLACHIANI
Parece que pasó una eternidad desde el comienzo del presente año, en gran medida debido a los cambios ocurridos -principalmente económicos- y, sin embargo, solo han transcurrido ocho meses. En este corto periodo de tiempo Argentina atravesó una crecida cotización de la moneda estadounidense, repetitivos aumentos de combustibles, de servicios y de todo tipo, y acusaciones de corrupción a grandes figuras de la política y del empresariado argentino, generando un escenario difícil para proyectar la economía del país en general y la doméstica de cada uno en particular.
En esta realidad de gran volatilidad e incertidumbre los inmuebles siguieron demostrando su liderazgo como principal inversión de los argentinos, debido a que la ecuación de seguridad, resguardo de valor y rentabilidad es altamente positiva. De hecho, en una reciente encuesta regional el 46% de los entrevistados prefieren, a la hora de elegir en qué invertir en este contexto, la opción inmuebles, por sobre otras alternativas el dólar, plazo fijo, bonos, acciones y otros bienes durables.
Rosario cuenta con un mercado fuerte, más dinámico, con una oferta compuesta en gran medida por edificios nuevos y en construcción
Rosario como polo de inversión
En este escenario Rosario se ha posicionado como el destino preferencial de gran parte de las inversiones inmobiliarias de toda una gran región, que incluye sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y parte de Entre Ríos y Córdoba. En esta zona, muy vinculada al campo, a la maquinaria agrícola y actividades afines; está muy arraigado el valor de la tierra y de los ladrillos como resguardo de valor a mediano y largo plazo, es por ello que gran cantidad de pequeños y medianos inversores vuelcan sus ahorros hacia la ciudad de Rosario.
En general, en ciudades y pueblos más pequeños la oferta básicamente es de propiedades usadas, los propietarios/vendedores tienen un precio fijo en dólares lo cual hace que en este contexto de alta volatilidad cambiaria muchas propiedades se vean sobrevaluadas y si, además, le agregamos la casi total falta de financiación, todo ello genera que el mercado de inmuebles –que de por sí es pequeño- en esas localidades no resulte tan atractivo.
Por el contrario, Rosario cuenta con un mercado fuerte, más dinámico, con una oferta compuesta en gran medida por edificios nuevos y en construcción, y que además maneja en muchos casos valores en pesos y con mecanismos de financiación de las propias constructoras y desarrolladoras. Si a eso sumamos una demanda de alquileres que se mantiene firme, producto de todas las opciones laborales, de estudio, culturales y demás que ofrece una importante ciudad c, el resultado es un gran atractivo para inversores en ladrillos.
Quedan grandes desafíos para el sector inmobiliario, principalmente que vuelva y se afiance definitivamente el crédito hipotecario como principal motor del mercado, y que con la participación y colaboración de los sectores público y privado se pueda avanzar en reducir el gran déficit habitacional en Argentina. En este camino a transitar, las luces de la ciudad siguen captando la atención y son punto de referencia para los actores del sector inmobiliario de toda esta gran región, principalmente quienes apuestan a resguardar a futuro sus ahorros.
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