¿El ladrillo sigue siendo un resguardo del capital? ¿Qué pasa con los inmuebles? ¿En qué conviene invertir?
Por Andres Gariboldi, presidente de Dunod Propiedades.
Los economistas pronostican un segundo semestre recesivo, marcado por un bajo nivel de actividad, dólar y tasas de interés en alza. El mercado inmobiliario no es ajeno a este contexto, pero aún así posee grandes oportunidades para los inversores que proyectan a largo plazo y apuestan al ladrillo no sólo como una opción rentable sino como resguardo de capital.
Vemos un mercado selectivo con buenas oportunidades, sobre todo en proyectos que están en pesos y que se ajustan en esa moneda y también en otros que no son replicables, que poseen una localización y volumen singular muy difícil de encontrar en el mercado.
El escenario plantea ventajas de inversión propias de la coyuntura que son muy requeridas por compradores inteligentes que ven la ventaja de sumar metros cuadrados y comprar en pesos.
Créditos hipotecarios en pausa.
Los créditos hipotecarios impulsaron una gran cantidad de ventas en los primeros meses del 2018. La demanda de propiedades se detuvo por la escalada del dólar, pero los comercializadores confían en que el escenario se estabilice y el crédito vuelva a convertirse en una herramienta eficaz para acceder a la vivienda propia.
Sería muy conveniente que los créditos pudieran estar calificados en UVA, es decir que el tomador del crédito obtenga una determinada cantidad de UVAs, así la demora en la consolidación de la operación puede bajar los riesgos.
Retail: Otra ventaja de inversión
En mercado de retail en Rosario posee una amplia disponibilidad de ofertas. Es un buen momento para invertir, ya que se puede acceder a más metros cuadrados con la misma cantidad de dólares ahorrados.
Quienes buscan expandirse y diversificar su inversión están ante una oportunidad que pocas veces se presenta en el mercado y que suele convertirse en una estrategia de rentabilidad a largo plazo.
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