El presidente de la AEV Santa Fe, Leandro Rinaldi, analiza la actualidad del sector desarrollador de vivienda y explica por qué sigue en marcha la actividad de vivienda privada
“La actividad de la construcción y el negocio inmobiliario en el mediano y largo plazo siempre generó ganancia. El que invirtió en propiedades, el que invirtió en ladrillo, en unidades de vivienda urbana siempre se capitalizó a largo plazo: Le ganó a la inflación y tuvo además un crecimiento del valor de ese bien inmueble en dólares. En determinados intervalos de tiempo, este proceso puede verse ralentizado, pero en el mediano plazo siempre se acomoda y el inversor termina ganando”, explica el ingeniero Leandro Rinaldi, presidente de la AEV Santa Fe.
“Estamos atravesando una crisis económica. Es una crisis importante, con una devaluación de la moneda del 100%, y con una inflación que superó el 45 por ciento anual en el 2018 y que para este año se estima en un 30 por ciento. En estos contextos los desarrolladores de vivienda privada tenemos que utilizar nuestro capital propio para sostener el ritmo de obra, sin saber que tiempo demandará volver a retomar la actividad, eso es lo que caracteriza a nuestra actividad. Los edificios que están en marcha hay que terminarlos, lograr la calidad que caracteriza a cada una de las empresas”, analiza Rinaldi al tiempo que afirma: “Por esta razón, debemos tener una visión de mediano y largo plazo sabiendo que las crisis pasan y los ciclos expansivos retoman. En momentos como estos debemos tener el aplome y la solvencia profesional que da la experiencia para tomar decisiones certeras que beneficien nuestras empresas en el futuro”.
Para el presidente de la AEV Santa Fe sostener al plantel de trabajadores es importante. “Capítulo aparte merecen nuestros empleados. Debemos tener la sensibilidad necesaria para intentar mantener nuestros puestos de trabajo: personal técnico y obreros, siendo conscientes de que el trabajo es la base del desarrollo de nuestra sociedad y responsables de la implicancia social de nuestras decisiones”, indica Rinaldi.
“Necesitamos también el aporte del Estado, en los tres niveles, nacional, provincial y municipal para interpretar esta realidad y trabajar todos para viabilizar proyectos de vivienda privada, buscando no obstaculizar obras, procesos y tramites generando mejores condiciones para todo el sector desarrollador de vivienda privada en la ciudad”, analiza Rinaldi.
Las crisis y el crecimiento de las empresas desarrolladoras
“La dificultad que tenemos los desarrolladores de vivienda en estos contextos de crisis es la pérdida de oportunidades de crecimiento y con eso todos los que estamos vinculados al sector de la construcción. Ahora, nosotros los desarrolladores de vivienda pensamos en m2 y nuestra inversión también la hacemos en nuestros desarrollos, por lo que en momento de menos dinamismo del mercado nosotros seguimos produciendo nuestras unidades.
No paramos las obras porque también sabemos que cuando el ciclo cambia y arranca la actividad esos m2 no perdieron valor y son bienes muy cotizados en el mercado. El desarrollo de vivienda en el mediano y largo plazo tiene muy buena rentabilidad con un bajo riesgo”, indica Rinaldi, señalando por qué la obras no se detienen.
Es clave poder retomar un elemento fundamental para que nuestra clase media pueda tener acceso a la Vivienda. Ese elemento es el crédito hipotecario. Es necesario para ello que el gobierno baje la inflación, controle las variables macroeconómicas e incentive a los bancos y entidades financieras a otorgar este tipo de crédito de largo plazo. Sin crédito hipotecario es casi imposible pensar en la posibilidad de adquirir una vivienda para la clase media de cualquier sociedad. En el sector de las familias de clase baja es el Estado quien tiene que articular mecanismos, para posibilitar a estos sectores sin capacidad de ahorro, el acceso a la Vivienda”, expresa Rinaldi.
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