¿Qué ocurre con los alquileres y cuál debe ser el rol del corredor inmobiliario?
CI Lic. Julio Farah Presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Santa Fe. Sede Rosario. Vicepresidente de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina
La primera mirada en la turbulencia cambiaria se dirigió hacia el precio de las propiedades en venta. Pero es necesario observar atentamente las consecuencias en otras áreas de nuestra profesión. Los alquileres es una de ellas.
Las consecuencias de la llamada turbulencia se prolongarán en el tiempo aunque la paridad cambiaria se equilibre en índices mas normales. Los que ya tenemos experiencia en las crisis de nuestro país, sabemos que siempre producen beneficiados y perjudicados. Los beneficiados siempre guardan silencio y los perjudicados claman por la imprevisión. Algunos beneficiados son gestores de la crisis y otros simples espectadores, atentos a la jugada o simplemente, distraídos afortunados.
Esto repercute sobre las relaciones locativas en general, y en particular las vinculadas a la producción y al comercio, cuyos locatarios son casi todas pequeñas y medianas empresas.
La concordia es el valor del Corredor Inmobiliario. Es cuando se hace acreedor al honorario, al momento de celebrarse el acuerdo
Es aquí donde el Corredor Inmobiliario debe intervenir con su experiencia y pericia. La concordia es el valor del Corredor Inmobiliario. Es cuando se hace acreedor al honorario, al momento de celebrarse el acuerdo. Se celebra la concordia, se celebra la paz, se celebra la continuidad del desarrollo del proyecto de vida de cada uno.
En este tiempo debemos intervenir poniendo como centro la situación de cada parte. Habrá quienes con su salario no alcanzarán los índices inflacionarios. Habrá pequeñas empresas con grandes dificultades para pagar el alquiler, y otras verán equilibrar sus ingresos.
Habrá que cuidar el lugar donde vivimos, donde expresamos nuestros afectos, nuestra potencialidad, nuestro desarrollo.
Por esto la sociedad quiere profesionales. Que profesen el acuerdo, la concordia en la apropiación de nuestro espacio circundante.Una concordia que es la expresión social de la paz. Ésa es la orden de la sociedad al nuevo profesional.
Ya sabemos que hay muchos pícaros políticos y comunicadores de superficie que saldrán a responsabilizarnos de la crisis. Los conocemos. No perdamos el equilibrio. Nos debemos a ambas partes.
Porque nadie ni nada obliga a contratar a un Corredor Inmobiliario. Pero la gente los contrata, porque reconocen nuestra función. Nuestros clientes nos eligen. No quieren tratar directamente con la contraparte. Algo hay por lo que se pagan honorarios. Hay una tarea en pos de la concordia que se reconoce. Aquí y en todos los países americanos. No se puede tapar el sol con la mano. Ya somos más de dos mil colegiados en Santa Fe. Seguramente no todos iguales.
Lo escribí hace unos años:
“Sabemos de nuestros vicios de origen. Sabemos de nuestras carencias de formación académica. Estamos tratando de superarlos, Junto a la gente, a nuestros clientes, que son alternativamente vendedores y compradores, locadores e inquilinos. Que nos señalan nuestros errores, y nos dan las gracias y nos pagan honorarios en nuestros logros. Y nosotros conocemos sus proyectos de vida, sus temores y sus anhelos, sus potencialidades y sus límites. Y nos acompañamos, porque somos parte de un mismo pueblo, el mismo que nos exige que seamos éticos y auténticos profesionales.
Ellos son nuestras raíces. A ellos nos debemos. Ellos nos crearon y consolidaron. Son los que respetan a la contraparte. Y porque la respetan buscan a quien dá un marco de concordia, comunicación, justicia y precisión a cada relación contractual. Nos conocemos, nos nutren, y somos su expresión. “
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